Lo creas o no, los correos electrónicos contaminan. Según un estudio de la Royal Society informado por el World Economic Forum, las tecnologías digitales contribuirían a la producción de las emisiones mundiales en un porcentaje comprendido entre el 1,4 % y el 5,9 % del total. Sorprendentemente, el tráfico aéreo es responsable del 2 %.
Como informa la BBC, la huella de dióxido de carbono de un correo electrónico es de 4 gramos de CO2. Sin embargo, si contiene archivos adjuntos muy pesados, puede llegar a 50 gramos por correo electrónico. En un año, un consumidor típico que utiliza el correo electrónico para el trabajo puede llegar a emitir 135kg de CO2. Pero…
¿Por qué los correos electrónicos contaminan?
La razón principal es que los correos electrónicos pasan de un servidor a otro en todo el mundo. Estos consumen electricidad para mantenerse alimentados y para sus sistemas de refrigeración. Estos servidores son la parte física del mundo digital.
Cada dato, texto, visualización, share y envío de correo electrónico pasa por los servidores en cuestión. La electricidad que necesitan para funcionar y mantener una temperatura estable aumenta con el aumento de los megabytes de datos procesados. Entonces, cuanto más pesado es un correo electrónico, más huella de carbono tiene.
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¿Cuánto contaminan los correos electrónicos que enviamos?
La estimación es que cada uno de nosotros, anualmente, produce alrededor de 135 kg de CO2 solo con su correo electrónico, el equivalente a unos 320 km en automóvil.
De hecho, solamente en Gran Bretaña se envían más de 64 millones de correos electrónicos innecesarios. Los correos electrónicos de este tipo son: «Bueno, gracias», «¿Recibiste mi correo electrónico?» o los enviados al compañero sentado en el escritorio a dos metros de distancia. La suma total de las toneladas de CO2 emitidas cada año por este tipo de correos electrónicos es de 23.475.
Como señala la BBC, si cada adulto en el Reino Unido enviara un correo electrónico de agradecimiento menos, se podrían ahorrar 16.433 toneladas de carbono al año. Que sería el equivalente a sacar 3.334 coches diésel de la carretera, según un estudio realizado por la compañía energética OVO.
El spam, además de ser molesto, también es contaminante: según las estimaciones del servicio antispam Cleanfox, el usuario promedio recibe 2.850 correos electrónicos no deseados cada año. Estos son responsables de 28,5 kg de CO2.
El consumo está aumentando, el streaming de audio y vídeo es el principal responsable del crecimiento exponencial del uso de internet y del consiguiente aumento de las emisiones: representa el 63% del tráfico global. Además, el juego en vivo aumenta un 19% cada año. En un escenario donde los jóvenes pasan cada vez más horas consumiendo videos en las plataformas sociales.
¿Qué futuro nos espera?
Los datos no son buenos. Según la Institution of Engeneering and Technology, la previsión es que el consumo se duplique de aquí a 2025.
Por un lado, están los consumos generados por la manufactura de los dispositivos como smartphones, ordenadores y los propios servidores, y por el otro la energía que consumen. Según websitecarbon.com, la mayor cantidad de energía que se desperdicia es el uso de la función de búsqueda, ya que pone en funcionamiento más de un servidor. La búsqueda web, por ejemplo, emite 1,7 gramos de CO2 por página consultada, mientras que un sitio web con 10.000 páginas vistas al mes emite 211 kg de CO2 al año.
Sin embargo, según las cifras de Google reportadas por la BBC, un usuario promedio de sus servicios (que realiza 25 búsquedas todos los días, ve 60 minutos de YouTube y tiene una cuenta de Gmail) produce menos de 8g de CO2e por día. Esto se debe a que hoy Google utiliza una mezcla de energía renovable y compensación de carbono para reducir su huella de CO2, mientras que Microsoft, que posee el motor de búsqueda Bing, prometió convertirse en carbono negativo para 2030.
¿Cómo disminuir la contaminación de los correos electrónicos?
Aquí hay algunos pequeños gestos diarios que pueden marcar la diferencia:
- Pensar antes de escribir
- Volver a leer antes de enviar
- Evitar los “CC” innecesarios
- Utilizar listas de correo de forma inteligente
- Evitar los correos electrónicos no concluyentes
- Recordar el anexo
- Vaciar el buzón
- Eliminar boletines que no nos interesan
- Limitar el uso de la función «responder a todos» en los correos electrónicos de grupo
- Tratar de usar Wi-Fi
- Recordar apagar el ordenador al final del día
- Desactivar la reproducción automática en podcasts o plataformas de streaming en línea
- Intentar no utilizar más de un dispositivo al mismo tiempo
Por tanto… ¡Tan solo falta ponerlo en práctica!
Ahora que eres consciente de la situación como nosotros, podrás prestar atención a los correos electrónicos para disminuir su huella ecológica. Desde Next International Business School nos interesamos y estudiamos todas las cuestiones ambientales. El Máster en Economía Verde ofrece un programa innovador que le proporcionará las habilidades necesarias para transformar empresas, instituciones y gobiernos en materia de sostenibilidad.