La estrategia empresarial es el punto de partida de todo proceso emprendedor y, por ello, debe ser el primer paso a la hora de empezar un proyecto.
“El patrón o modelo de decisiones de una empresa que determina y revela sus objetivos, propósitos y el tipo de negocio que va a perseguir”. Esta definición, formulada por K. R. Andrews en 1980, refleja la importancia que tiene para una empresa definir e implementar estrategias.
Las especificaciones de cada empresa y su entorno hacen que sea difícil definir estrategias universales, aplicables a cualquier empresa. Por eso, resulta fundamental que la estrategia de cada empresa se diseñe considerando sus características específicas. Pero, ¿cuáles son los factores que deben determinar la estrategia empresarial? Te ofrecemos 3 pautas que es imprescindible tener en cuenta:
1. La estrategia es una relación permanente entre la empresa y su entorno: es imprescindible estudiar el entorno y la situación del mercado para definir una estrategia adecuada. Algunos de los aspectos a tener en cuenta por la empresa son tanto la competencia actual como la potencial. La situación económica del ámbito de actuación de la empresa es un factor determinante; la crisis económica surgida en 2008 es un claro ejemplo de hasta qué punto puede condicionar el entorno a la actividad de una empresa.
2. La estrategia da respuesta a las expectativas del empresario: se deben definir visión, misión y objetivos a corto, medio y largo plazo, y adecuar la estrategia a estas y otras circunstancias internas de la empresa, como sus recursos y capacidades.
3. La estrategia es un modelo de decisión que establece políticas, acciones y adecuación de medios para cumplir los objetivos propuestos y permite la anticipación ante posibles adversidades a las que se enfrente la empresa.
Así, la estrategia fija las líneas de acción que determinarán el futuro de la empresa. Definir y formalizar una estrategia ayudará a que ésta sea conocida por todos los miembros de la empresa, permitirá un proceso de revisión y evaluación de las acciones propuestas y facilitará el análisis de la actividad de la empresa.
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Por supuesto, es fundamental llevar un control constante, una vez implementada la estrategia, del desarrollo de la misma, y tener la capacidad de corregir sobre la marcha lo que se considere oportuno.
En definitiva, tener una visión estratégica es una cualidad cada vez más demandada en directivos y empresarios; la estrategia empresarial es una herramienta vital. Conocer los aspectos a tener en cuenta y saber analizarlos es fundamental para definir la estrategia empresarial, de la que depende, en última instancia, la supervivencia de una empresa.