Santi Vila, historiador y exconseller de la Generalitat de Cataluña; Francesc de Carreras, catedrático de Derecho Constitucional de la UAB; Roberto Fernández, exrector de la Universitat de Lleida; y Cristina Spa, miembro de la Junta Directiva de Sociedad Civil por el Debate, han participado en el Foro Next Educación «Salidas al laberinto catalán».
Tras la oleada de disturbios desatados en Cataluña después de hacerse pública la sentencia del Procés, seguida del bloqueo político entre el actual presidente de la Generalitat, Quim Torra, y el presidente en funciones del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el Foro Next Educación “Salidas al laberinto catalán”, moderado por el periodista y presidente de Next Educación, Manuel Campo Vidal, ha reunido hoy en Madrid a destacadas figuras del ámbito político, jurídico, histórico y social, para abrir diálogo y pedir a los responsables políticos medidas que favorezcan el entendimiento y permitan restablecer una convivencia basada en la concordia y la paz.
Sentencia dura
Santi Vila, exconseller de la Generalitat, que ha sido condenado por el Tribunal Supremo a un año y ocho meses de inhabilitación especial por un delito de desobediencia, ha asegurado que “estamos todavía conmocionados digiriendo una sentencia que ha sido dura y de mala digestión”, aunque ha afirmado que “la verdad judicial ha quedado establecida”. Tal como ha dicho Francesc de Carreras, Vila ha reconocido que “no se pueden repartir las responsabilidades por igual”, porque “algunos hemos tomado decisiones equivocadas”.
Sin embargo, el exconseller ha lamentado que, desde la manifestación masiva en Cataluña en 2010, “no ha existido ni una sola oferta concreta de negociación; en el mejor de los casos han existido palabras, gestos y actitudes amables”, pero “públicamente la tónica ha sido el jarabe de palo: la moderación no ha sido el discurso hegemónico”.
Cumplir la ley
Tras hacer un recorrido histórico de la “la construcción nacional” liderada por Jordi Pujol, el catedrático de Derecho Constitucional de la UAB, Francesc de Carreras, ha acusado a la Generalitat de ejercer “un control brutal” de la sociedad catalana, a través de lo que “lo que se enseña en la escuela” o lo que se dice en medios de comunicación, como TV3 o Catalunya Radio, o algunos medios privados “convenientemente subvencionados”: “Desde hace 40 años se nos ha enseñado a odiar al resto de España y a que nos odiemos entre catalanes”.
Además, de Carreras ha manifestado en el Foro Next Educación “Salidas al laberinto catalán” que “las autoridades catalanas se tienen que comprometer a cumplir la ley, incumplida desde 2012. Tiene que haber un diálogo entre iguales, que ahora no hay”. Manuel Campo Vidal, en la misma línea, ha afirmado que “es necesario mucho diálogo. Hablar y comprenderse”.
Manifiesto
El ex rector de la Universitat de Lleida, Roberto Fernández, urgió al diálogo entre constitucionalistas pragmáticos y soberanistas pragmáticos para “reconstruir el país”, con realismo y lealtad con el resto de los españoles”, porque “éticamente no podemos dejar a las futuras generaciones este problema sin resolver”: “Necesitamos refundarnos en una catalanidad integradora y esto lo tienen que hacer los integradores”.
Tras leer un decálogo de reflexiones, el historiador Roberto Fernández considera que es obligación del próximo Gobierno ofrecer “un proyecto político español en el que muchos catalanes se encuentren a gusto”.
“Hay un cierto miedo en la sociedad catalana y la intelectualidad catalana”, ha lamentado el ex presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), tras considerar que se debe “afrontar el futuro como un diálogo ciudadano para construir un Estado eficaz”.
Tras mostrar su preocupación por la ruptura del diálogo entre catalanes y lamentar cómo nos hemos dejado llevar hasta aquí, Cristina Spa, miembro de Sociedad Civil por el Debate y “ciudadana de a pie”, ha dicho que “la sociedad civil debe pedir que no nos lleven a la confrontación”, para solicitar a la ciudadanía que apoye la iniciativa de #LlaçosBlancs como un instrumento para recuperar el diálogo perdido, en busca de “la concordia y la paz”.
