¿Cuánto se invierte en I+D+i en España?

¿Cuánto se invierte en I+D+i en España?

La inversión que hacen los países en innovación y desarrollo constituye un reflejo del interés de los estados por potenciar que la industria y la empresa nacional estén a la vanguardia. En el caso de España, ¿cuánto se invierte en I+D+i?

En el conjunto de la Unión Europea, el gasto en Investigación y Desarrollo (I+D) aumentó entre 2007 y 2017 tres décimas, desde el 1,77% del PIB hasta el 2,07%. ¿Y en España? Para saber cuánto se invierte en I+D+i en nuestro país consultamos los datos de 2017, último ejercicio del que hay cifras cerradas, publicados por la Fundación Cotec.

Este informe señala, a grandes rasgos, que la inversión en investigación, desarrollo e innovación en España ha crecido ligeramente durante los últimos años, pero pierde peso en Europa y la brecha respecto al esfuerzo medio que los países europeos hacen en esta materia se ha agrandado.

Concretamente, el gasto en investigación y desarrollo en 2017 equivalió al 1,2% del PIB, es decir, ascendió a 14.052 millones de euros, suponiendo un 6% de subida con respecto al ejercicio anterior, que crece por tercer año consecutivo.

La Fundación Cotec entiende que ese leve crecimiento es un síntoma de que la recuperación económica ha empezado a trasladarse a la investigación y al desarrollo, aunque todavía no se ha alcanzado la posición previa a la crisis. A ello estaría contribuyendo el hecho de que en 2016, por ejemplo, la mitad del dinero presupuestado para I+D+i no se gastase.

En el sector privado, la inversión acumuló en 2017 tres años de crecimiento, pero la apuesta de las empresas europeas por la investigación y el desarrollo duplica a la de las españolas, mientras que la actividad en los centros públicos de investigación y en las universidades contribuyó muy poco a la recuperación de I+D en 2017. En la enseñanza superior el sector público financia casi el 90% de la inversión.

Estos datos contrastan con hitos como el que ha llevado a España a ser una potencia mundial en impresión 3D, a convertirse en líder en despliegue de fibra óptica de la UE o a fabricar trenes de última generación. A lo ya conseguido se suman otros activos como el talento, con un gran volumen de licenciados e investigadores, un enorme ecosistema de startups y de emprendimiento innovador o las tecnologías habilitadoras digitales.

Todo ello lleva a pensar que con más inversión España podría ser país de referencia en cuanto a innovación e investigación se refiere. Una mayor colaboración entre el sector público y privado, el alcance de un consenso en esta materia en las administraciones públicas o la apuesta por planes de transformación digital serían algunos de los primeros pasos a dar.