El excedente de tesorería es el sobrante de efectivo sobre las necesidades del plan de la empresa. La caja que se puede invertir fuera de la actividad. Puede ser permanente o coyuntural. El primero supone un exceso estructural y su inversión es una decisión del órgano de administración. El coyuntural es la conocida punta de tesorería que compete invertir al tesorero conforme a las políticas de la empresa.
La tesorería y la importancia de evitar las pérdidas
Con una pérdida en el año del 30%, un capital de 100 se reduce a 70. Si la tasa de mercado es del 2% se debería haber obtenido 102. Para recuperar este capital se precisa ganar un 48,6% el siguiente año. Si la pérdida hubiese sido del 50%, para recuperarla junto con la tasa de mercado, el nuevo rendimiento debería ser del 108,1%. El álgebra habla claro: la inversión (también en la tesorería) no admite pérdidas significativas porque son difíciles de recuperar.
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Lo que hace la gestión de tesorería prudente: para muestra un botón
Una petrolera mantiene los recursos en efectivo y depósitos a plazo con disponibilidad inmediata. Una operadora coloca sus excedentes en el mercado monetario de alta calidad crediticia. Una eléctrica mantiene los excedentes en efectivo y en depósitos a menos de tres meses. Una aseguradora invierte principalmente en renta fija de gobiernos y corporativa, inmuebles (poco), renta variable (poco) y fondos de inversión (muy poco, pero lo que más crece). Con los tipos de interés bajo cero, el rendimiento que obtienen es ridículo. Por algo dicen que ahora los bancos no quieren dinero ni gratis.
¿Y Amazon?
Sus excedentes han crecido en 2021 un 61% hasta más de $ 73 mil millones. El 76% lo invierte a menos de un año y el 37% del total, en fondos monetarios con un rendimiento negativo de -0,16%. Su rendimiento medio es del 0,48%. Como su deuda financiera (incluidos los leasings) es de casi $ 85 mil millones, podría usar sus excedentes para reducirla y mejorar su resultado financiero en casi 1.500 millones (supuesto un margen financiero de 200 pb). Pero no lo hace.
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Los objetivos en la tesorería
Primero preservar el valor de los excedentes y la liquidez; después, la rentabilidad. Por este orden. Las grandes empresas no se la juegan y aceptan los exiguos rendimientos actuales, incluso negativos, de los activos más seguros. Esto confirma que lo prioritario de la tesorería es gestionar el riesgo y prestar servicio a las operaciones. Es un centro de gestión del riesgo y de servicio. Luego viene lo de ser un centro de beneficios. Los criterios de liquidez y servicio dominan sobre el del beneficio.
El risk man y el índice del miedo
El riesgo rige, por tanto, la actuación del tesorero. Nada de especular pero sí de estar atento al riesgo de mercado. Medirlo es difícil y más, anticiparlo. El índice de volatilidad VIX ayuda a seguirlo. Si el mercado bursátil es bajista, para cubrir las carteras se venden opciones call y se compran opciones put. Cuando los inversores son optimistas, compran calls y venden puts. La relación entre el volumen de unas y otras desvelan el sentimiento del mercado. Por debajo de un VIX de 10 el mercado está confiado. Por encima de 30 empiezan los nervios. Como la tesorería no invierte en bolsa, puede usar el índice MOVE, réplica del VIX en el mercado de la renta fija. Éste se calcula a partir de las opciones de la deuda del Tesoro estadounidense. Por debajo de 80, tranquilidad; por encima de 120 aparece el miedo a la pérdida.
Dr. Juan Pérez-Carballo
Director del Máster en Dirección Financiera de Next IBS
Director del curso de Control de Gestión del Colegio de Economistas de Madrid
Socio de Converthia, expertos en finanzas y control de gestión